5 formas de ayudar a la buena digestión de tu bebé para descansar mejor

5 formas de ayudar a la buena digestión de tu bebé para descansar mejor

Como mamá, una de las cosas que adoro es observar a mi bebé dormir plácidamente.

Cuando duerme tranquilo, también descanso al ver que nada le afecta a su alrededor; se ve tan lindo que parece un angelito.

Una de las razones por las que un bebé duerme plácidamente es debido a que ha comido y ha hecho una buena digestión antes de dormir.

Los procesos: alimentación - descanso están estrechamente relacionados y al realizarlos correctamente tu bebé logrará una buena digestión. Algunos de los problemas que impiden que un bebé logre dormir tranquilamente son: diarrea, reflujo, estreñimiento y/o gases.

Si notas que tu bebé está inquieto y parece moverse como si le doliera la barriga o tal vez pasa horas llorando, entonces puede tener algún problema como cólicos o gases.

Cualquiera que sea la fuente de un malestar digestivo, las siguientes prácticas pueden ayudar:

  • Amamanta a tu bebé a menudo y a libre demanda

La leche materna es suave para la barriga del bebé y la succión puede calmar incluso al bebé más irritable.

Amamantar con más frecuencia aumentará su ingesta de grasas, lo que a su vez ralentizará un poco su digestión para ayudar a su cuerpo a gestionar la conversión de lactosa en nutrientes utilizables.

  • Ajusta la posición cuando alimentas a tu bebé

Los bebés que parecen regurgitar a menudo podrían beneficiarse de una posición que utiliza la gravedad para ayudar a retener la leche.

En lugar de sostener a tu bebé horizontalmente sobre su cuerpo, usa una posición más erguida mientras estás reclinada.

Si tu bebé está tragando saliva y ahogándose con tu leche, es posible que esté tomando una buena cantidad de aire.

La posición erguida, junto con eructos frecuentes, pueden ayudar a aliviar su malestar.

  • Coloca tu bebé boca abajo por un rato

Si bien un masaje de cuerpo entero es útil, el hecho de aprender las habilidades para un masaje abdominal puede ayudarte a ti y a tu bebé a superar los episodios de malestar digestivo.

Considera la rutina de “Te amo” pero tendrás que hacerlo en inglés: con tu bebé acostado en el piso frente a ti, usa tu mano derecha para ejercer una presión suave sobre el cuerpo del bebé desde la ingle hasta las costillas del lado izquierdo del cuerpo del bebé (como la letra “I”).

Regresa a la ingle y dale un masaje hasta las costillas y el abdomen (una letra “L” invertida, por “love”).

Finalmente, regresa al punto de partida y nuevamente dale un masaje hasta las costillas, a través del abdomen y hacia abajo hasta el lado derecho de la ingle (formando una U invertida).

Este mini-masaje sigue el camino del intestino grueso, expulsando cualquier gas del cuerpo del bebé y ayuda en el vaciado gástrico.

Ocasionalmente, los bebés son alérgicos a una sustancia de la dieta de las madres que posiblemente se filtra a través de la leche materna, siendo la proteína de la leche de vaca la causa principal.

Si es así, puedes intentar eliminar de tu dieta todas las fuentes de alimentos que le puedan causar daño.

Pese a que a veces se observan mejoras notables en los primeros días, puede llevar de dos a tres semanas eliminar por completo algunas sustancias de tu cuerpo, sin embargo, te recomendamos consultarlo con el pediatra.

Como mamá, te preocupa que algo que haya comido tu bebé le cause infelicidad; sin embargo, con algunos pequeños ajustes y cambios en las rutinas podrás ayudar a su buena digestión y podrá dormir plácidamente.

Fuentes:

Manual MSD, reflujo gastroesofágico en lactantes

Nutrición Hospitalaria. De lactante a niño, alimentación en diferentes etapas.

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